Ommo photonatura
El origen
OMMO Photonatura es el proyecto de dos fotógrafos amateur: Marcos Yuste y Mar Mérida, que se conocieron en 2017 como compañeros en la Agrupación Astronómica de Eivissa. En poco tiempo, sus pasiones comunes por la naturaleza, la astronomía y la fotografía les acabaron uniendo como amigos, pareja y compañeros de aventura con sus cámaras siempre listas. Esta es la historia de cada uno de ellos:
El primer contacto que tuvo Marcos con una cámara fotográfica fue con una Kodak Ektra 150 de su padre, una cámara sencilla y pequeña, pero que a él le enseñó el mundo desde otra perspectiva, un mundo que podía capturar viéndolo a través del visor.
Habiéndose criado en una casa de campo, aprendió a observar y respetar la naturaleza; disfrutaba perdiéndose en el bosque y admirando su fauna. Era como una ventana a otro mundo donde soñar y volar. Pasados los años, se compró su primera réflex analógica, una Nikon D55 con la que empezó a dar sus primeros pasos en fotografía nocturna. Dio el salto a la era digital con una Nikon D3000, que vendió al poco tiempo para comprarse una Canon 450D modificada para astrofotografía, una clase de fotografía que le apasiona también. No fue hasta 2009 que su afición a la fotografía de fauna y paisaje le llevó a comprarse una Canon 7D con un par de objetivos, un gran angular y un modesto teleobjetivo con el que retrató sus primeras imágenes de fauna.
La pasión por estas dos modalidades de fotografía le ha llevado a aprender nuevas técnicas y a embarcarse en nuevas aventuras con la fotografía con barrera infrarroja en alta velocidad, lo que ha hecho que su equipo aumente con multitud de cachivaches y le ha llevado a indagar nuevas formas de plasmar con su cámara las imágenes que se crean en su imaginación.
Mar recuerda que la primera cámara por la que sintió curiosidad fue una Yashica que su padre compró en un viaje a Arabia; ni siquiera era reflex, pero mirar a través de aquel pequeño visor le hizo mirar el mundo de una forma diferente para siempre. De adolescente tuvo oportunidad de trabajar con un fotógrafo con el que aprendió los principios básicos de fotografía, así como técnicas de iluminación y retoque fotográfico a mano. En aquel trabajo consiguió su primera cámara, una Ricoh KR5, así como libros y un trípode Velbon. Más tarde fue fotógrafa para el diario regional Hoy de Extremadura, donde trabajó como colaboradora durante unos tres años. Esta experiencia le hizo aprender la técnica de revelado en B/N y le dio la oportunidad de impartir talleres en colegios y campamentos de verano. También le dio la oportunidad de comprar su primer equipo fotográfico “serio” que constaba de un cuerpo Nikon F-801s, dos objetivos Nikon: 35-70 mm y 70-210 mm y un flash Nikon.
Más tarde, un cruce de caminos le hizo apartarse del periódico
porque sintió que necesitaba crecer y con apenas 20 años decidió
apartarse de todo, vendió su equipo y dedicó los siguientes cinco
años a formarse en la universidad. Eso sí, compró una Nikon FM2 con
la que siguió haciendo fotografía de forma amateur. Al cabo de los
años, ya viviendo en Ibiza, conoció a Marcos con quien retomó sus
pasión por la fotografía y desde entonces caminan juntos
alimentando mutuamente su creatividad.